lunes, 12 de octubre de 2009

lunes 10 de agosto de 2009

Llevar un Mensaje a Garcia.
En los tiempos que atravesamos -y en todos los tiempos-. la lucha por la existencia ha sido una constante entre las personas que para vivir, crear una familia y asegurarse una vida digna, tienen que trabjar y para ello se necesitan otras personas que ademas de trabajar, ponen su ingenio, su talento, su voluntad y su economía al servicio de esos trabajadores, formando una simbiosis necesaria y obligatoria.Ocurre que el trabajo es duro, ha de ser constante, regulado y apatecible, -se debe tener vocación por el cumplimiento del deber-. Desgraciadamente, no todos tenemos esa vocación y el trabajo supone una carga que genera descontentos, ausencias injustificadas y otras argucias que se realizan en cuanto el empleador se ausenta o da la espalda, produciéndose bajo rendimiento.Por eso, cuando el trabajo está escaso, se impone la necesidad de prescindir de empleados y no se despiden a tontas y alocas, se pretende conservar a los mas eficientes, mas capacitados y cumplidores de su deber, es decir, con los que son capaces de "llevar un mensaje a García". Quienes son capaces de llevar un mensaje a García nunca serán despedidos, ni necesitarán hacer huelgas para obtener mejor salario. La civilización busca con ansiedad este tipo de personas que serán útiles en cada ciudad, villa o pueblo, fábrica, almacén, tienda u oficina.Al estallar la guerra entre Estados Unidos y España, un general americano llamado García, fué cercado con sus tropas por el enemigo en Cuba, viéndose obligado a ocultarse en las agrestes montañs. Desconociendo su paradero y sin posibilidad de comunicarse con él, el Presidente de los Estados Unidos necesitaba su cooperación con urgencia. ¿Como solucionarlo? Un colaborador del Presidente le propuso una acertada sugerencia: "conozco a un hombre que sabrá encontrar a García". Se buscó a este hombre, se le entregó una carta diciéndole: "Hay que llevar esta carta a García"; el hombre en cuestión tomó la carta, la introdujo en su cartuchera y se despidió del Presidnete. A los cuatro días, por la noche, desembarcó en una costa cubana y se adentró en la jungla. Tres semanas despues entregó la carta a García.El como encontró a García no merece la pena historiarlo; si interesa el resultado: El hombre en cuestión, tomó la carta, no hizo ningún tipo de pregunta, ni siquiera quien era García, ni donde estaba; nada de nada de nada. Solo cumplió el cometido que se le había encomendado.Yo pregunto, ¿esta acción es irrepetible? ¿En el siglo XXI, tenemos uno, dos, muchos o ningún ciudadano que pueda llevar un mensaje a García?Imaginemos la siguiente situación: En una Empresa se está desarrollando un consejo de administración; por las ventanas se cuelan unos ruidos importantes e incluso molestos para los reunidos; el presidente se dirige a uno de los empleados y le dice: ¿Que son esos reuidos de la calle?, el aludido, sin mas le contesta : Son voces de manifestantes. Como el vocerío persiste, se dirige a otro empleado y le hace la misma pregunta. Este, un poco mas avispado, se acerca a la ventana, mira y dice: Sí, son manifestantes . Como el vocerío contua, el presidente se dirige a un tercer empleado y le hace la misma pregunta. Este hombre, salta como un resorte de la silla, sale de la sala, baja a la calle y al cabo de unos minutos entra en el consejo y dice: Señeor presidente, es un grupo numeroso de manifestantes pertenecientes a la empresa Tal, la mas desleal comopetidora de nuestros productos que quiere sensibilizar a los clientes para que boicoteen nuestra empresa para que se avenga a admitir una OPA que nos dejaría muy mermados nuestros ingresos. El Presidente levanta la sesión y dice a todos los reunidos: ¿Lo ven ustedes? Este empleado es capaz de llevar un mensaje a García.Este comportamiento nos lleva a refleixonar: En el cumplimiento del deber todos los hombres son iguales?; en la fábrica, oficina, universidad y, engeneral en cualquier ofico, se actúa con interés, con vocación, con sentido del deber, etc., tanto los que mandan como los que obedecen?.El que manda a veces ha sido mandado y ha experimentado en su amor propio y en su fuero interno, órdenes, exclamaciones o frases mas o menos autoritarias de sus superiores y, con razón o sin ella, las ha tenido que cumplir, pero con paciencia, constancia, sacrificio y sin protestas ha llegado a obtener una valoración positiva con la correpondiente compensación económica, social, de ascensos, etc.,que le han llevado a la conclusión de que el sacrificio ha valido la pena.No todos los superiores son rapaces y tiranos, tampoco todos los pobres son virtuosos.Es admirable el hombre que cumple con su deber, tanto si está ausente el jefe como si está presente y acata las órdenenes y los encargos con disciplina y con la firme convicción de cumplirlas lo mejor posible, Y, del mismo modo, los superiores deben poseer cualidades y aptitudes verdaderamente sorprendentes para manejar sus negocios o emopresas.Mujeres y hombres con estas cualidades son tan necesarios como imprescindibles; el mundo entero los necesita, pues son los que sabiendo llevar un mensaje a García, pueden evitar y resolver todas las crisis que se presenten cualquiera que sea su índole -social, económica, industrial, etc.En todo establecimiento, fábrica o servicio oficial, se utiliza el sistema de selección. Con el fin de mantener su viabilidad y competitividad, la admisión de personal está condicionada a la competencia mas escruopulosa, de forma que el incompetente y el inservible, son los que se ven avocados a la no admisión.Se impone escoger a los mejores, a los que son capaces de llevar un mensaje a García.Obtenida esta moraleja, agradecemos profundamente al verdadero autor de esta historia HERBERT HUBBARD que un 22 de febrero de 1899, envió este articulo que ha servido de base a nuestra interpretación y del que se han hecho millones de copias en todos los idiomas y repartidas por todos los paises. Millán Rodriguez Tena. Médico; Millanrt@terra.es

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