jueves, 27 de mayo de 2010

Sindroma o enfermedad?


PIERNAS INQUIETAS

(¿SÍNDROME O ENFERMEDAD?).

El trastorno de piernas inquietas, conocido con diferentes nombres, como Síndrome de Piernas Inquietas, Enfermedad de Ekbom, Acromelalgia heriditaria o Anxietas Tibialis.

Es un cuadro eminentemente neurológico caracterizado por movimientos raros, anormales, incontrolados e inevitables de las piernas (en ocasiones de los brazos), con unas características peculiares en cuanto a cadencia, frecuencia, aparición, etc., que tienen como resultado mas importante el alterar la calidad del sueño .

No voy a describir el cuadro clínico, que ya va siendo conocido, sino que mi intención es desde el punto de vista de la Patología General, el distinguir entre Síndrome y Enfermedad; estos dos conceptos para el público en general creo no tienen la menor importancia, pero sí para la clase Médica.

Síndrome, es un conjunto de signos y síntomas que tienen una etiología común, que podemos apreciar en una serie de enfermedades, pero por sí solos no se puede hacer un diagnóstico nosológico; ej,: la fiebre, el dolor, la inflamación, etc; forman parte del cortejo sintomático de muchas enfermedades, pero no las definen.

Enfermedad es un cuadro patológico con personalidad clínica propia, perfectamente definida y que puede ser etiquetada mediante una serie de actuaciones como son la anamnesis, exploración, inspección, etc., pruebas complementarias : analíticas, radiológicas o radiográficas, etc., que llevan a un diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

Por tanto hay personas que padecen síntomas que pueden llevarnos a pensar en el cuadro que nos ocupa, pero no tienen todos y cada uno de los síntomas que de forma constante aparecen para que podamos diagnosticar la “Enfermedad de piernas Inquietas”; estas personas se las debe considerar como portadoras del Síndrome de Piernas Inquietas.

Creo que desde el punto de vista clínico y terapéutico, tiene mucha importancia la distinción, porque si se considera enfermedad, disponemos de agentes terapéuticos de cierta importancia en cuanto a eficacia y además hay una inquietud científica en profundizar en el conocimiento de esta patología en cuanto a su origen genético identificando el gen o genes responsables que hoy por hoy no se conocen.

Algunos de los síntomas de las piernas inquietas los vemos en pacientes con múltiples patologías, (hipertensión, celiaquia, enfermedades renales, efectos secundarios a fármacos -calcioantgonistas-, embarazos y muchos procesos psicosomáticos o psiconeuróticos que facilitan el mimetismo - ansiedad, angustia, strés- y otros cuadros como la fibromialgia, etc. Todos ellos presentan alteraciones del sueño, dolores, fiebre, alteraciones músculo-esqueléticas, etc. Ya están diagnosticados de otra enfermedad causal y con tratamiento adecuado y por tanto deben ser considerados como portadores del Síndrome de Piernas Inquietas coincidente con su enfermedad fundamental y así orientar el tratamiento en este sentido; a lo mejor alguno de los medicamentos que toma para su cuadro primario es precisamente el responsable de alguno o algunos de los síntomas propios del verdadero cuadro de piernas inquietas.
El número de posibles pacientes se multiplica en tanto en cuanto al hablar unos con otros es fácil sacar a colación ¿a ver si vas a tener eso de Pierna Inquietas?; con facilidad entra en juego el factor psicológico y en este sentido el Médico debe tener un alto sentido ético-profesional de valorar en su justa medida esos signos o síntomas refiere el paciente como obligándole a que sea el Médico que le confirma el diagnóstico.

El paciente debe ser bien interrogado sobre sus molestias reales o ficticias procedentes de un verdadero cuadro orgánico o por el contrario procedentes de un estado subjetivo derivado de un cuadro patológico del que realmente es portador



Millán Rodríguez Tena
Médico
Blog Reflexiones de un Médico de Diario Médico
e-mail. Millanrtena@gmail.com