sábado, 7 de agosto de 2010

Homenaje a un Médico de APD

Villarejo de Valle





Esta maravillosa Villa del Barranco _Avila_, es todo un ejemplo a imitar, debido a la decisión tomada por su Alcaldesa y el conjunto de Concejales del Ayuntamiento respaldados unánimemente por todo el vecindario, al hacer público un acto de reconocimiento y agradecimiento a un insigne Médico Titular de APD, nada menos que 43 años después de su fallecimiento; se da la paradoja de que posiblemente ninguno de los miembros del Consistorio le conocieron.

Como invitado especial, tuve el honor de dirigirme a todo el colectivo con las siguientes palabras que deseo lleguen a todos los lectores de Balance y Perspectiva y muy en particular a las Autoridades y vecinos de dicha Villa, y MEDICOS DE APD:

HOMENAJE A D. Julián Perez Torres

De bien nacidos es ser agradecidos, y esta circunstancia se da perfectamente en este pueblo de Villarejo del Valle.
Rotundamente podemos afirmar que el pueblo de Villarejo y digo bien, el pueblo de Villarejo, porque así incluyo a todos sus habitantes presentes y ausentes.

Ausentes son todos aquellos que os han precedido, que han sido vuestros seres mas queridos y al mismo tiempo han sido los convecinos de D. Julián, sus amigos , sus clientes , los integrantes de un colectivo municipal al que D. Julián se comprometió, estudió, juró y se sacrificó entregado en cuerpo y alma nada mas y nada menos que a velar por vuestra salud física, psíquica y social durante toda su vida profesional como Médico Titular de Asistencia Pública Domiciliaria.

De toda una generación del pueblo de Villarejo en su inmensa mayoría, llegasteis a este mundo de las manos de D. Julián y D. Julián os recibía a muchos de vosotros con azotito en el culo, sí, en aquellos momentos –históricos ya- era el primer estímulo terapéutico para que la función cardio-respiratoria se pusiera en marcha mediante las primeras bocanadas o inspiraciones profundas del oxigeno vital tan abundante y tan puro que este pueblo tenía –y sigue teniendo-

Pero era una técnica necesaria, obligatoria y con buenos resultados; el nacimiento es un trauma ocasionado por el paso brusco de un medio a otro totalmente distinto y mucho más hostil; por eso el Médico tenía que estar preparado para enfrentarse a situaciones criticas, rápidas, de enorme trascendencia; pues la futura madre, el padre y los familiares acompañantes a ese acto tan trascendental, estaban bajo los efectos de una gran ansiedad y solo el Médico era el autor-responsable de que ese acto se resolviera con las máximas garantías para proporcionar a esos familiares la inmensa alegría de ofrecerles un retoño, un hijo, un nieto, en fin, un ser diminuto, pero con gran potencialidad vital para comenzar un desarrollo que precisamente era D. Julián el técnico- profesional que iba seguir vigilando y dirigiendo vuestra lactancia, vuestra infancia , profilaxis y tratamiento de todas vuestras enfermedades

La enorme profesionalidad con que D. Julián atendía todas vuestras necesidades sanitarias y Médico-Asistenciales, la ejerció durante toda su vida profesional día y noche sin tregua ni descanso; D. Julián no conoció las vacaciones, pero la vocación y el cumplimiento del deber le daban fuerzas suficientes para estar a vuestro servicio.

Los presentes, los que conformáis esta generación, muchos de vosotros no habéis conocido a D. Julián, pero os ha llegado su recuerdo y su prestigio, por boca de vuestros familiares y habéis tomado conciencia de su existencia y de sus actos profesionales, que precisamente hoy estáis ofreciendo en vuestro nombre y en el de vuestros antepasados a premiar y perpetuar el recuerdo, la memoria y agradecimiento de su ilustre figura. Por eso repito: “de agradecidos es ser bien nacidos.”

Y la trascendencia de este acto singular, es muchísimo mas de agradecer y así os lo queremos constatar, por ser vosotros, la generación actual, la generación de conocimiento científico la que ha tomado la decisión de honrar a tan insigne profesional, perpetuando su memoria y al mismo tiempo honráis y hacéis honor a vuestros antepasados que estoy seguro que desde la otra vida os lo estarán agradeciendo y les servirá de gozo y satisfacción

Y ese gozo y satisfacción lo vemos reflejado en el rostro de los hijos de D. Julián , ya que para ellos supone la comprobación de ver premiada la vida y obra de su padre. Porque D. Julián fue padre, un padre ejemplar que además de su profesión fue el creador de una familia de la que también fue Médico y dejó su huella y su herencia que culminó dotándoles de una formación profesional infinitamente superior a la suya; todo un orgullo para un padre que disfruta con que sus hijos le superen y a demás esa es la obligación de todo padre.

Pero D. Julián no fue solamente un Médico de asistencia sanitaria, D. Julián, fue un Funcionario, un técnico de la Administración Sanitaria a nivel Municipal, con actividades muy complejas, importantes y trascendentes, pues realizaba funciones de Policía Sanitaria y Mortuoria, Inspecciones Sanitarias de Viviendas, de Establecimientos, de Sanidad Escolar,.

Ejercía funciones al servicio de la Administración de Justicia, de la Beneficencia y aquí en esta tierra también era el Médico de la Plaza de Toros.

Pero una vida tan activa, tan dilatada en el tiempo y tan plagada de preocupaciones fueron agotando su energía vital; pues D. Julián como todos los humanos tuvo que ir cediendo terreno al fenómeno biológico del desgaste orgánico y en su tiempo no existían los medios técnicos, las piezas de recambio que pudieran reparar el deterioro de su salud.

Yo doy buena fe de ello, ya que tuve el gran honor de ser su ayudante bastante tiempo; acababa de terminar mi carrera y ejercía en Cuevas; a mi me ocurría lo contrario que a D. Julián, tenía las mismas ilusiones que el tuvo en su momento, pero D. Julián con su buen ojo clínico se dio cuenta que la visita domiciliaria, el subir escaleras, etc, era un trabajo que debía evitar al máximo y me pidió ayuda y colaboración, que acepté con enorme satisfacción, empezando a trabajar completamente a sus órdenes, pues para mi fue una excelente lección del buen ejercicio como Médico, acatando sus consejos e informándole diariamente de todos cuantos problemas profesionales se me presentaban y siempre me dio muestras de ser un buen conocedor de la salud de sus vecinos.

Todo este entramado social hacía de D. Julián, un profesional de alta dignidad que era reconocida, respetada y agradecida por las propias Instituciones a la cabeza de las cuales estaba la Corporación Municipal, el Ayuntamiento como Organo Administrativo dirigido por el Alcalde. Y es este Organo de Gobierno el que en este año 2010 , en esta era del conocimiento, ha tomado y acordado una decisión que les honra, les ensalza y dignifica a su alcaldesa y a todos sus concejales que podemos considerarlos como pioneros a imitar en esta noble labor de recordar y premiar a aquellos profesionales que tuvieron a su servicio por lo que todos los que tenemos en nuestra memoria y en nuestro recuerdo a D. Julián se lo agradecemos de todo corazón. Muchas gracias. 25 de julio 2010.

Millán Rodríguez Tena
Médico Jubilado
Millanrt@terra.es

jueves, 27 de mayo de 2010

Sindroma o enfermedad?


PIERNAS INQUIETAS

(¿SÍNDROME O ENFERMEDAD?).

El trastorno de piernas inquietas, conocido con diferentes nombres, como Síndrome de Piernas Inquietas, Enfermedad de Ekbom, Acromelalgia heriditaria o Anxietas Tibialis.

Es un cuadro eminentemente neurológico caracterizado por movimientos raros, anormales, incontrolados e inevitables de las piernas (en ocasiones de los brazos), con unas características peculiares en cuanto a cadencia, frecuencia, aparición, etc., que tienen como resultado mas importante el alterar la calidad del sueño .

No voy a describir el cuadro clínico, que ya va siendo conocido, sino que mi intención es desde el punto de vista de la Patología General, el distinguir entre Síndrome y Enfermedad; estos dos conceptos para el público en general creo no tienen la menor importancia, pero sí para la clase Médica.

Síndrome, es un conjunto de signos y síntomas que tienen una etiología común, que podemos apreciar en una serie de enfermedades, pero por sí solos no se puede hacer un diagnóstico nosológico; ej,: la fiebre, el dolor, la inflamación, etc; forman parte del cortejo sintomático de muchas enfermedades, pero no las definen.

Enfermedad es un cuadro patológico con personalidad clínica propia, perfectamente definida y que puede ser etiquetada mediante una serie de actuaciones como son la anamnesis, exploración, inspección, etc., pruebas complementarias : analíticas, radiológicas o radiográficas, etc., que llevan a un diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

Por tanto hay personas que padecen síntomas que pueden llevarnos a pensar en el cuadro que nos ocupa, pero no tienen todos y cada uno de los síntomas que de forma constante aparecen para que podamos diagnosticar la “Enfermedad de piernas Inquietas”; estas personas se las debe considerar como portadoras del Síndrome de Piernas Inquietas.

Creo que desde el punto de vista clínico y terapéutico, tiene mucha importancia la distinción, porque si se considera enfermedad, disponemos de agentes terapéuticos de cierta importancia en cuanto a eficacia y además hay una inquietud científica en profundizar en el conocimiento de esta patología en cuanto a su origen genético identificando el gen o genes responsables que hoy por hoy no se conocen.

Algunos de los síntomas de las piernas inquietas los vemos en pacientes con múltiples patologías, (hipertensión, celiaquia, enfermedades renales, efectos secundarios a fármacos -calcioantgonistas-, embarazos y muchos procesos psicosomáticos o psiconeuróticos que facilitan el mimetismo - ansiedad, angustia, strés- y otros cuadros como la fibromialgia, etc. Todos ellos presentan alteraciones del sueño, dolores, fiebre, alteraciones músculo-esqueléticas, etc. Ya están diagnosticados de otra enfermedad causal y con tratamiento adecuado y por tanto deben ser considerados como portadores del Síndrome de Piernas Inquietas coincidente con su enfermedad fundamental y así orientar el tratamiento en este sentido; a lo mejor alguno de los medicamentos que toma para su cuadro primario es precisamente el responsable de alguno o algunos de los síntomas propios del verdadero cuadro de piernas inquietas.
El número de posibles pacientes se multiplica en tanto en cuanto al hablar unos con otros es fácil sacar a colación ¿a ver si vas a tener eso de Pierna Inquietas?; con facilidad entra en juego el factor psicológico y en este sentido el Médico debe tener un alto sentido ético-profesional de valorar en su justa medida esos signos o síntomas refiere el paciente como obligándole a que sea el Médico que le confirma el diagnóstico.

El paciente debe ser bien interrogado sobre sus molestias reales o ficticias procedentes de un verdadero cuadro orgánico o por el contrario procedentes de un estado subjetivo derivado de un cuadro patológico del que realmente es portador



Millán Rodríguez Tena
Médico
Blog Reflexiones de un Médico de Diario Médico
e-mail. Millanrtena@gmail.com

sábado, 9 de enero de 2010

Aborto

domingo 20 de diciembre de 2009
Aborto versus lipoproteínas





ABORTO VERSUS LIPOPROTEINAS

La Medicina imprime carácter

Entre la gente de la calle, por lo general poco entendida en temas médicos, se habla con frecuencia de situaciones o estados bajo dos puntos de vista (lo bueno y lo malo); se dice colesterol bueno y colesterol malo y por la misma razón se podría decir, aborto bueno y aborto malo; en cuanto al colesterol; es cierto que hay un colesterol bueno (HDL= Lipoproteínas de alta densidad)) y un colesterol malo (LDL= Lipopr. de baja densidad)); pero, para el aborto, el símil ya no es tan acertado; ¿Por que, llamaríamos aborto bueno, al que se practica bajo el amparo de la ley de supuestos de interrupción del embarazo? O al que se practica para liberar a la mujer de una carga social?, de un conflicto familiar?, o de una mala reputación bien ganada?. Yo llamaría aborto bueno (salvando las distancias), al que se produce por causas naturales, biológicas, de incompatibilidad entre el embrión y la madre, sin que medie mas influencia que enfermedades de la madre, del embrión, de los anexos, o por una fuerza o violencia no prevista (ej. Accidentes de tráfico y otros); y aborto malo, a todo embarazo interrumpido por la acción del hombre, cualquiera que sea su causa o intención.
Mi formación intelectual para abordar el problema de la interrupción del embarazo de forma intencionada, no está avalada por ningún tipo representativo de orden social, gremial, institucional, etc., pues solo soy un Médico Jubilado que ha practicado la medicina aprendida en la Universidad y ejercida después en medios Rurales, Hospitalarios y Atención Primaria; pero que la considero suficiente para rechazar de una manera tajante el aborto malo en toda su extensión.
Dicho esto, el motivo de mi exposición obedece a tratar de sensibilizar a la clase intelectual española en general y a la clase Médica en particular, sobre el tema del aborto.
Desde el mismo momento en que se unen la célula masculina y la célula femenina, el resultado es el óvulo fecundado, que va a empezar un peregrinaje por el aparato genital femenino, que está preparado para recibirle, facilitar su implantación, suministrarle todos los cuidados y aportarle todos los medios defensivos, etc; hasta que complete su desarrollo, todo ello de una manera altruista; este hecho tan simple demuestra que si la mujer es dueña de su cuerpo, no lo es de lo que lleva dentro.
La interrupción de esa evolución natural y fisiológica en cualquier punto de la cadena, es un atentado; por mucho que el derecho y la filosofía, la política y la sociología, las corrientes del pensamiento y las asociaciones humanas quieran presentar al conocimiento científico, como un acto que pueda y deba interrumpirse a voluntad en el tiempo; asegurando y dictaminando que en la primera semana o en la segunda, o hasta la..., o antes de la...., se puede realizar, mejor dicho, provocar la interrupción del embarazo, no es admisible al menos para personas que debido a sus conocimientos trasmiten mediante su Magisterio este fenómeno fisiológico que no concuerda con la aplicación de las medidas pronósticas, diagnósticas y terapéuticas que nos inculcan en las Aulas Universitarias; pues aquí, se estudia el aborto, como se estudia la pulmonía o la diabetes o la hipertensión, etc., pero de cara a prevenirle y evitarle, no a facilitarle o provocarle. Es una salida de pata de banco el decir y pretender que en las facultades de Medicina se enseñe a “abortar”, sí; a abortar; lo dicen algunos políticos que son Médicos; si Hipócrates levantara la cabeza..., les diría: hipóóóóócritas; por eso te has dedicado a la política, porque careces de principios; no me puedo imaginar a un Sr. Catedrático explicando como se debe provocar el aborto intencionado, malévolo, punible, moralmente abominable y después de la clase a realizar las correspondientes prácticas (tener unas cuantas chicas de 16 años esperando en una sala a que lleguen los alumnos y las vayan diciendo: “ tú ven conmigo”; si estos estudiantes que ya están al final de la carrera, tienen que realizar este acto y lo realizan; yo creo que solo lo hacen una vez, porque automáticamente abandonan la profesión, no pueden encontrar satisfacción en la obra realizada; sino asco, confusión mental, vergüenza y miedo de haber cometido un acto antinatural, antisocial y antiprofesional.La Medicina imprime carácter; es decir, codifica en la personalidad del estudiante, primero y del Profesional después, una serie de cualidades, de formas de comportamiento y de reacciones que le van a condicionar y acompañar durante toda su vida; por mi parte puedo decir que inicié los estudios de medicina a los veinticinco años, sin saber si era por vocación o por ganarme la vida y ya desde el primer año me gustó tanto que la completé a plena satisfacción y a pleno rendimiento, pues modestamente debo decir que no conocí el suspenso; hoy estoy jubilado y sigo estudiando casi con mas ilusión que cuando era estudiante. Por eso me ha producido tal impacto emocional esa orden (porque parece una orden) de que se enseñe a abortar a los estudiantes, que me ha dejado perplejo; ¿y, como se llamará esa asignatura?; ¿será para crear puestos de trabajo que mitiguen el paro que padecemos?. Como he dicho anteriormente, estudiamos el aborto tanto desde el punto de vista médico como quirúrgico, por tanto no necesitamos que nos enseñen nada, ya lo sabemos y como debemos actuar; lo que no es de recibo que nos enseñen a matar. La Cruz Roja, para obtener sangre (el oro de la vida) utiliza el slogan “salva una vida” y el Gobierno por no ser menos utiliza “mata una vida” y yo digo: miren, vean y comparen, y si encuentran algo mejor...., Vds mismos”
Como el aborto provocado es un acto criminal, pero despenalizado en determinadas circunstancias por el hombre, que sea el hombre el que lo realice, pero por favor, no un Médico; su dignidad y su grandeza milenaria y universal se debe al trabajo constante de superación y formación para defender la vida, no para quitarla; no cabe en mi cabeza que esos compañeros abortistas inveterados y compulsivos, puedan ir por la calle o presentar ante los foros sus estadísticas de abortos conseguidos en estadios cada vez más tardíos como si fueran logros científicos.
El Juramento Hipocrático vigente desde el S. IV, implica en el Médico un compromiso encaminado a actuar siempre en beneficio del ser humano y no para perjudicarlo; pues la profesión del Médico, es eminentemente vocacional, su interés económico debe subordinarlo al beneficio de los enfermos (Dr. Rozman).
La Ley de plazos, tal como la quiere implantar el Gobierno, constituye un desprecio a la vida humana intrauterina y una ausencia de protección jurídica desde el punto de vista del Derecho Penal.
El que la mujer se ampare o irrogue en el derecho a decidir sobre su cuerpo, no la faculta para actuar sobre la vida que se está desarrollando dentro de su aparato reproductor; prueba de ello es que aun en contra de su voluntad, el embrión continua su desarrollo y una vez conseguido, aunque la mujer no quiera, el mecanismo del parto se pone en marcha, lo que demuestra que la mujer es un mero portador temporal, pero con una característica importantísima; que durante ese tiempo se va a producir en ella un cambio de su personalidad, un modo de reaccionar consistente en una secreción hormonal destinada a provocar un instinto maternal, un deseo amoroso y placentero hacia ese ser que se está desarrollando; si este estado psicológico positivo se interrumpe, se malogra o se actúa contra él; la mujer sufre una tremenda frustración en lo más intimo de su psicología femenina, frustración que no pueden comprender aquellos que la aconsejen el aborto; para ellos es muy fácil decir que la prestan “ayuda psicológica”; pero a esa mujer la han dejado una huella indeleble grabada en su cerebro que la va a estar acusando a través de su conciencia durante toda la vida; de ahí, que podemos decir que esos que aconsejan el aborto, son verdaderos cooperadores necesarios de un delito.
Millán Rodríguez Tena
Médico Jubilado
Clgdo. Honorífico 23209
E-mail: millanrt@terra.es